*
Yo estuve allí.
En aquel hospital soleado
y su autobús de cristal suave.
Rodeada de tus muñecas
con camisa, cada gesto
imantado como una montaña.
Y mirando con fijeza las grietas
que habitaban la acera,
sorprendí a mi estómago
queriendo ser tu casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)