Cuando seamos auténticos


Es necesario vivir sólo

a causa del amor.


A causa del deseo.


Me siento mal como 

un mordisco

en un cuenco de plata.


Veo gente con gestos como nubes,

aire y círculos, una pena en el ojo.


Quiero abrazar y decir: 

"Te veo, eres una bebida clara".


Un mordisco que no llega.

Un deseo de todas las cosas.


Toallas al sol y pelo con arena.


Un mordisco salado.

"Te veo. Y existes", diré.


Piel con arrugas y salitre.

Un poco de agua en el cuello.


Y el amor y el deseo

serán transatlánticos 

creando una estela de plata.


Y entonces cuencos sin ojos.

Y entonces, lo importante.


Amor y deseo.

Brillo. Plata.



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