Tarde con mi amiga. Segunda parte.


Te levantas arrastrando la silla.

Tan luminosa en tu asombro.

Eres un manojo de llaves.

Un puñado de semillas.

Melocotones maduros.

Abres y creces.


Por eso.


No me mires así.

Soy como tú, una mujer.

Un cuerpo con pasillos y espejos.

Lleno de puertas y tierra fértil. De algo.

Llena de miedo por no vivir lo que quiero.

Como tú, que arrastras la silla para irte.

Asombrada, casi herida por mi. 


Casi.


Casi ofendida. Humana y social.

Toda prisa. Toda mente. 

Casi toda grietas. Toda rota. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)