Salgo a la calle.
La hija de la vecina
corretea con una Barbie
en la mano y al verme
viene a mi encuentro.
Me cuenta que las
plantas de aloe le parecen
dedos de marcianos.
Siempre quise tener
una conversación así:
qué curioso que se dé
con una niña de ojos
marrones, la hija de
la vecina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)