Cuando pierdes materia y veo a través de ti,
tu cuerpo mitigado y ondulante
sometido al aire que te rodea.
Cuando te deshaces meloso y tibio
con transparencia trémula
y puedo inhalar los vapores que emanas.
Cuando, en fin, derivas en causa informe
y desprendida, una pulsión de estirarte
hasta límites insospechados conquista mi ánimo.
Pero tranquilo,
no temas
no es más que la íntima voluntad de atomizarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)