La foto

Ignora el teléfono.
No atiendas a su parpadeo.
Guárdalo en el bolsillo trasero.
Y ahora gírate, date la vuelta, mírame.
Los globos oculares tensos y abiertos a la vida.
A la luz que se expande ahora mismo, que se ofrece.
Tumbada sobre mi barbilla, en el borde de estas copas.

Al aire instalado entre nosotros,
que salta todas las vallas, todas las cercas.
Cabalgando sobre yeguas salvajes,
sobre crines doradas, sobre cascos rotundos.
Quiero que veas la alegría no domesticada,
que cruje y crece imparable entre violetas.
Grupos de flores estallando cuesta abajo como
una avalancha de sábanas y carne expuesta.
Quiero que lo veas así, en todo su esplendor:
este imán apocalíptico que acciona todas las tramoyas.

Solo ahora, si quieres, puedes meter la mano en el bolsillo,
buscar el móvil, y hacernos esa foto en el centro del tornado.