Horas como alondras
Separadas de sus días,
diseccionadas para ti,
para el hambre
de tu boca
rugiente.
Mírame.
Mira cómo
abro la carne
y busco su latido.
Cómo sostengo
los pálpitos de vida
que habitaron alguna vez
los nidos frescos de nuestro pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)