*

Un cráneo de flores que no se pudre,
que no hace miga en el hueso.

Una cabeza alta y suave,
con la mañana tumbada
en las mejillas.

Así imagino tu despertar
en los amaneceres
de esta casa.

Una frente cegadora.
Dos párpados contentos.
Y toda la luz de tu boca
durmiendo en mi garganta.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)