No habrá Juicio,
ni campanas de bode dorado.
No veré ángeles alargados,
ni togas de pluma ligera.
El Final tendrá salas
con sus pupilas fijas,
cuellos empolvados
rozando golillas tiesas.
Allí mis pies descalzos
serán diana de carne azul,
sostendré con estas manos
inertes melenas colgantes.
Y confirmaré
totalmente vencida
cómo mi corazón
sobre la balanza
no pesa nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)