Ayer fui a comprar el pan
y en un solar abandonado
donde solo hay maleza
apareció un gato joven.
Era negro y elástico,
vibraba lleno de atención,
con las pupilas devorando el mundo.
Pasó a mi lado sin mirarme,
saturado de orgullo felino,
totalmente satisfecho de si mismo.
Y no pude evitar pensar en ti
cuando recoges tu ropa
y saltas fuera de mi cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)