Pareces sorprendido,
no esperabas que un cuerpo tan pequeño rezumara así,
pero con esta boca puedo anegar océanos de saliva
y ver cómo boqueas pidiendo clemencia.
En el tiempo que dedicas a hundirte puedo
meterme cables pelados bajo la lengua,
calcular el aceite que extraerán de mi cuerpo,
lamer arrebatada todos los codos de la familia,
abrazar costillares mientras despierto en la perrera.
Y ¡oh! si,
también puedo apuñalar tu pecho impecable,
ese donde no tengo cabida:
hundir puñales de barro
una y otra vez,
una y otra vez,
hasta que no quede nada más que lodo y un cadáver.
Sin palabras guapa!
ResponderEliminarMuchas gracias Noe :)
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