Dime algo, dime cualquier cosa...
Me arrodillo y lamo tu mano,
tu no entiendes porqué
y gritas.
Ocultas tus dedos tras la espalda,
los ojos se desorbitan
quieres irte.
De pronto estás muy lejos,
hablé en mala hora
no hay hilo que nos una.
Quiero que toques mi pelo,
pero te vas con puños en las manos:
bueno, no te culpo.
El hilo cortado puede volver a anudarse,
volverá a juntarse,
pero está cortado.
Tal vez volvamos a coincidir,
pero allí donde me abandonaste
no volverás a verme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)