Ahora mismo
una paloma ha chocado
contra la rama
de un almendro.
Verlo ha sido
pura casualidad,
la ventana del salón
da al patio común.
El almendro está en flor.
Las alas de la paloma
se han agitado confusas
entre los brotes blancos.
Tras un instante de reflexión,
ha corregido su rumbo
y alzando el vuelo
ha desaparecido
más allá de los tejados.
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