Cada una de tus pestañas
es tan inabarcable
como un Imperio.
Pesas doscientas
cincuenta toneladas
y sigues flotando
sobre el agua.
Sin embargo yo
con las venas rojas,
vacías de dinero,
me acerco al fuego y
arrojo mi alma a las llamas.
¿Cuánto vale ahora
que el fuego la ha purificado?
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