Si finjo escribir como Lorca para hablar sobre el despecho que me causa un amante

Cierro los ojos y

veo cables dorados,
finos tentáculos de pulpo,
también pájaros tristes

y el estanque de ojos
donde cada anochecer
aúllo y te arranco de mí.

La Luna no es un perro,
es un espejo de obsidiana

que refleja tu cara.

O lo que recuerdo de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)