La Inspiración

Caminando hacia el mercado
compro leche y una piña triste.
Pienso en el precio del aceite,
en los huesos de cereza
que se ordenan en las esquinas.

Entonces escucho la palabra,
tan solo la siento y sé que es verdadera.
Bombeo arterias y aparecen los caballos,
relinchando sangrientos,
galopando hacia la salvación.

Y como una demente
vuelvo sobre mis pasos
y corro yo también
de vuelta a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)