No me importa lo más mínimo que te hayas quedado sin dinero.
Ni tu opinión sobre la soledad de Plutón como planeta.
Es un hecho insignificante que seas el velocista más simpático.
Y considero absurda tu defensa de los perros amaestrados.
Porque lo cierto es que a pesar del aplomo,
tu novia no te quiere.
La vida no te quiere.
Y tienes que convencer a ambas,
todos los días, para que no hagan la maleta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)