Me
quedo muda,
totalmente pasmada,
absorbiendo con ansia:
cientos de jaguares empapados,
la bola de viento que nos golpea,
una casa terrible de llama muerta,
los espinos crujiendo en la madrugada.
Antes de parpadear y darte la espalda,
de correr olvidada de ti, tras el tren
que me alejará de este andén
donde reina la mediocridad.
Cúlpame de todo esto.
Porque es cierto.
Quiero más.
Siempre.
Más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)